Osteoporosis

La osteoporosis es una enfermedad de los huesos, que se caracteriza por la disminución de la masa ósea y de la resistencia mecánica de los mismos, volviendo los huesos más frágiles y con una mayor susceptibilidad para las fracturas.

Es una enfermedad que afecta a ambos sexos, siendo más frecuente en las mujeres, en una proporción de 4:1. Mundialmente se estima que de cada 5 mujeres mayores de 60 años 2 sufren de osteoporosis y 4 por encima de los 75 años. Para los hombres se observa que por cada 10 mayores de 60 años 1 sufre de esta enfermedad.

La osteoporosis es la principal causa de fracturas óseas en las mujeres después de la menopausia y ancianos en general. Todos los huesos pueden estar comprometidos pero los más afectados son la cadera, columna y muñeca.

Los huesos están sometidos a un remodelado continuo mediante procesos de formación y destrucción (reabsorción) ósea. A partir de los 40 años se inicia una pérdida progresiva de pequeñas cantidades de hueso como un proceso normal de envejecimiento. Este proceso se ve acelerado en las mujeres menopáusicas por la falta de hormonas femeninas llamadas estrógenos o en asocio a otras enfermedades tales como: Alcoholismo, tabaquismo, obesidad, sedentarismo, consumo excesivo de café, malabsorción intestinal, artritis rematoidea, enfermedades de la glándula tiroides y por el uso de medicamentos como los corticosteroides, entre otros. La prevención de esta enfermedad es muy importante, ya que si bien existen tratamientos para su control, no existen para su cura. Esta prevención comienza desde las etapas tempranas de formación ósea, en la niñez y en la adolescencia donde el consumo adecuado de calcio asociado al ejercicio es vital para incrementar el pico de masa ósea haciendo que los huesos sean más resistentes con el paso de los años.

​Existen cinco aspectos básicos para la prevención y manejo de esta patología. Cada uno por separado no es suficiente para asegurar su control, pero juntos lo pueden lograr. Estos aspectos son:

• Ingesta de calcio y vitamina D en las cantidades diarias necesarias por encima de los 40 años.

• Realización de ejercicio en forma rutinaria.

• Evitar el consumo de cigarrillo y en forma abundante el de café y bebidas alcohólicas.

• Asolearse periódicamente.

• Uso de medicamentos apropiados. Estos serán ordenados por su médico cuando así se requieran.

Para el diagnóstico de la enfermedad, se realiza una prueba diagnóstica, llamada densitometría ósea, que permite medir la masa ósea, se recomienda realizar esta prueba por primera vez después de los 45 años de edad, cada dos años en los huesos normales y cada año en personas en las que se observe una pérdida de masa ósea progresiva.

Mantenga una vida saludable!